Novasinergia 2021, 4(1), 102-114 103
1. Introducción
La red vial es uno de los mayores bienes de un país, comunidad o ciudad. Además,
proporciona una base fundamental para el crecimiento y desarrollo, dotando de amplios beneficios
económicos y sociales (Espinoza, 2018). Las carreteras son un patrimonio nacional importante que
requieren conservación para mantenerlas en condiciones satisfactorias para el usuario (Moreno et
al., 2018). La conservación de pavimentos se define como las actividades orientadas a mantener y
brindar las carreteras en buen estado funcional usando métodos para evaluar el deterioro del
pavimento (Ayala, 2013). Existen varias metodologías que a través de varios índices realizan la
evaluación de la condición de pavimentos entre ellos están VIZIR, PCI, PASER, IRI, CRT, PSI, PQI,
PDI, entre otros. No todas las metodologías manejan un mismo proceso, varias se basan en análisis
visual in situ a la estructura del pavimento, mientras que otros necesitan equipos específicos de
medición (Andrade, 2018).
Países como Ecuador (Ayala, 2013), Colombia (Sierra & Rivas, 2009), Chile (Ramírez, 2010), Estados
Unidos (ASTM, 2004), España (Andrade, 2018) realizaron investigaciones utilizando el método PCI
considerándolo como el método más importante a nivel mundial. Analizando que uno de los
problemas no es número de métodos que existen para la evaluación de la condición del pavimento
sino la variabilidad de resultados en la toma de datos en campo por parte de los inspectores que
realizan la evaluación visual, pues la valoración del daño in situ será siempre decisión de la persona
encargada en la evaluación (Andrade & Brito, 2017). Este tipo de factores influirán de forma directa
en los modelos de predicción de deterioro del pavimento como los utilizados en investigaciones
relacionadas con mejora en la gestión del pavimento por Osorio-Lird, Chamorro, Videla, Tighe, &
Torres-Machi (2018) y Andrade (2018).
La metodología PCI es conocida como la más completa para la evaluación y calificación de
pavimentos flexibles en la actualidad. Al haber una variada cantidad de combinaciones, este método
utiliza factores de ponderación a los que conocemos como “valores deducidos”, así indica en qué
grado afecta la condición del pavimento de acuerdo con cada combinación de deterioro, nivel de
severidad (alto, medio y bajo) y densidad. Es decir, en esta metodología se establecen los resultados
de una descripción visual en el cual se obtienen clase, severidad y cantidad que representan el estado
en el que se encuentra el pavimento. Cualquier método de evaluación de deterioro que omita uno
de estos tres factores, no proporcionará la información suficiente para establecer un criterio
apropiado sobre el estado del pavimento (NEVI - 12, 2013).
Hay que tener en cuenta que la mayor deficiencia que posee el método PCI es la evaluación realizada
en campo por parte de los inspectores, ya que al ser subjetiva dependerá en su mayor parte de la
decisión de la persona encargada de la evaluación (Andrade & Brito, 2017). Sin embargo, no existe
un juicio universal para la valoración de cada uno de los factores que interviene en la evaluación,
por tal razón se presentan diferencias, en ocasiones importantes entre los criterios adoptados por
una u otra persona (NEVI - 12, 2013).
También se han implementado modelos de predicción de deterioro de pavimentos como parte de
los sistemas de gestión. Varias son las investigaciones que han buscado identificar un modelo
completo que brinde resultados reales (Andrade, 2018). Haas, Hudson, y Zaniewski en (1994)
describieron varios enfoques para la predicción del deterioro del pavimento y los categorizan en:
subjetivo, puramente mecanicistas, empíricos mecanicistas y de regresión. Los anteriores enfoques
se agrupan a su vez en dos clases deterministas y probabilísticos (Robinson, Danielson, & Snaith,
1998).