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1 Introducción
Las preferencias de consumo de agua potable o
embotellada varían de acuerdo a características
demográficas y socio económicas (Ali Sajjadi,
Alipour, Matlabi & Biglari, 2015; Morote
Seguido, 2017). La información obtenida en las
investigaciones realizadas en las poblaciones
Ecuatorianas entre el 2013 y 2015 muestran los
patrones de los consumos de agua potable en
rangos de poblaciones bien definidos (Arellano,
Bayas, Meneses & Castillo, 2018). Las ciudades
pequeñas (menos de 8000 habitantes) son:
Columbe (Sagñay & Carguachi, 2015), Cubijíes
(Samaniego & Muela, 2015), Guamote, Chambo
(Noriega, 2015), Químiag y Guano (Cáceres &
Rubio, 2015). Las ciudades medianas (entre 8000
y 30000 habitantes) son: La Joya de los Sachas
(Barreno, 2015), Macas (Montenegro & Tapia,
2014) y Guaranda (Patiño & Pino, 2014). Las
ciudades grandes (entre 30000 y 150000
habitantes) son Ventanas (Morillo & Luna, 2013)
y Riobamba (Carrillo & Quintero, 2013).
La información primaria contiene datos de: 1) la
percepción de las características organolépticas
del agua, 2) del consumo de agua embotellada en
bidones, 3) del índice de gestión y calidad del
agua potable (Ingecap); y 4) del consumo de agua
de la red pública. La información 1 y 2 ha sido
obtenida mensualmente a través de entrevistas
con los residentes de los hogares “usuarios” en
fichas previamente diseñadas. La información 3
se la registró mensualmente de los micro
medidores de agua de la red pública que abastece
a las residencias muestreadas, en cada ciudad
durante un semestre. La información 4 ha sido
obtenida de los reportes de los análisis físicos,
químicos y microbiológicos realizados por los
Municipios, Juntas Administradoras de Agua
Potable o el Laboratorio de Servicios
Ambientales de la Universidad Nacional de
Chimborazo. El Ingecap (Carrillo & Quintero,
2013) es un indicador cuantitativo representativo
de las gestiones de control y de la calidad del agua
de una ciudad. Este valor es expresado en
porcentaje. Si el Ingecap es mayor que el 67 %
indica que el agua está en buenas condiciones.
Cuando es menor que el 33% indica que su
calidad y/o gestiones de control de calidad son
deficientes. Un valor intermedio del Ingecap
significa condiciones regulares. Para obtener este
valor se ha considerado 6 parámetros de calidad
de agua: (1) color, 2) turbiedad, 3) pH, 4) cloro
residual, 5) coliformes totales y 6) sólidos totales
disueltos (STD). Los valores de estos parámetros
son frecuentemente reportados por los
Municipios a través de las empresas
administradoras de agua potable. Para calcular el
Ingecap se compara los valores de esos
parámetros con la norma ecuatoriana INEN 1108
(Instituto Ecuatoriano de Normalización INEN,
2011), de calidad de agua potable y se califica su
cumplimiento respecto a los rangos permitidos
por dicha norma. Así mismo, se califica su
incumplimiento en el caso de que no se hayan
realizado las mediciones y pruebas
correspondientes.
Se otorga un peso relativo a cada uno de los 6
parámetros, cuya suma total da 1. Si no se han
medido esos parámetros, el Ingecap mostrará una
calificación baja porque no se ha realizado la
gestión para medirlos, más no porque la calidad
del agua sea deficiente. Los usuarios muestreados
reportan percepciones de sabor, olor, color y
existencia de tierra en el agua. El consumo de
agua embotellada en bidones también ha sido
registrado mensualmente. De estas variables,
existe información proveniente de cada uno de 4
estratos socio-económicos definidos con el
método de Arellano, González & Gavilanes
(2012). El factor económico ha sido reportado en
varios estudios (Morote Seguido, 2017) por su
efecto en el consumo de agua potable en varios
países de diversos continentes. Se supone que
podría existir una relación entre el consumo de
agua embotellada con la calidad del agua de la red
pública (INEC, 2016; Ali Sajjadi et al., 2015). Se
espera que exista una relación directa entre el
Ingecap y las percepciones organolépticas, que
validarían el uso del Ingecap como indicador de
las gestiones de control y de la calidad del agua
potable (Rufener, Mäusezahl, Mosler &
Weingartner, 2010; Torres, Cruz & Patiño, 2009).
Estos parámetros serán llamados variables y
serán asociadas a los consumos de los usuarios
para determinar si la calidad del agua potable
incide en la cantidad que consumen. Este estudio
reporta el efecto de la gestión y de la calidad del
agua potable pública, en el consumo de la misma
y también en el consumo del agua embotellada,
en diferentes estratos socio-económicos de 11
ciudades. No se considera el costo del agua
embotellada porque fue constante durante la
investigación y no es relevante en este análisis.
Los resultados se dividen en dos grupos. El
primer grupo de resultados muestra la gestión y
calidad del agua potable, expresadas a través de
las percepciones organolépticas de los usuarios:
olor, color, sabor y presencia de tierra, y el
consumo del agua de la red pública, en cada uno
de los 4 estratos socio económicos. El segundo
grupo de resultados muestra la variación de
consumos de agua embotellada, expresada en
bidones per cápita, en las 11 ciudades.